Un CUENTO sobre Préjano.

Los alumnos de infantil de Préjano, con nuestra profe Carolina, decidimos crear nuestro propio cuento como producto final de las diferentes salidas que hemos hecho (el pueblo, Fuente Pedro, el castillo, la torre del reloj, los himnos, las iglesias, la granja...) y, así, poner en práctica todo lo que hemos aprendido.

Os lo dejamos aquí. Dale a "leer más" para poder verlo. ¡Esperamos que os guste!


Paula y Félix se mudan a Préjano

Había una vez una chica y un chico que se llamaban Paula y Félix, que fueron a vivir a un pueblo llamado Préjano.

En Préjano, se encontraron a sus nuevos amigos: Lucas, Nahia, Álvaro, Marc, Sara, Clara y Miguel, que estaban jugando al escondite pilla-pilla en Fuente Pedro.

-   - ¡Me encanta este lugar!, dijo Félix. ¡Cuántos árboles y qué fuente más bonita!

-    - Vamos al Castillo de Préjano y vas a flipar con la sala de los escudos, comentó Álvaro.



Entonces todos los amigos fueron corriendo al castillo. Allí estaba la abuela de Lucas que les enseñó el castillo y la sala de los escudos.

-    - Si te parece bonita la sala de los escudos, vamos a subir a la de los animales, añadió Nahia.

  

 Una vez vieron todo el castillo, Lucas dijo:

-     - ¿Queréis ver ahora las huellas de dinosaurios?

Y contestaron todos a la vez:

-    - ¡Sí! ¡Qué gran idea!

Cuando llegaron a las huellas, Nahia preguntó:

-    - ¿Quién tiene los pies más grandes, los dinosaurios o nosotros?

Paula pisó una huella de dinosaurio y vio lo grande que era.

-   - ¡Qué hambre!, dijo Álvaro de repente.

Entonces, Lucas propuso ir al trujal. Allí podrían comer unas pingadas con el aceite que se hace allí, que está muy bueno.

Después de merendar, se fueron todos a jugar a la plaza donde está la iglesia de San Esteban y la torre del reloj.

-   - ¡Qué torre más alta y qué reloj tan bonito!, dijeron Félix y Paula a la vez.

-   - ¿Queréis ir a trabajar un poco a la mina?, propuso Nahia.

-   -  ¿Qué hay en la mina?, preguntó Félix.

-   - Carbón, contestó Lucas, hace muchos años había mineros que se dedicaban a sacar el carbón que había dentro de las minas.


Todos las niñas y niños cogieron las bicis y fueron hasta las minas. Por el camino les fueron enseñando a Paula y Félix todos los lavaderos que hay en Préjano y se pararon a pescar renacuajos en el lavadero de Tolillo.

 

Cuando llegaron a las minas, Paula preguntó: -¿qué hay ahí?

-   - Es un vagón, dijo Álvaro. Servía para poder sacar el carbón de dentro de las minas.

Se hizo de noche y todos decidieron hacer una acampada con una fogata para comer nubes de algodón.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. Y comieron perdices y fueron felices. 

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